El miedo, a qué le tememos
Un día desperté por la mañana y pensé en el miedo y quise escribir a qué le tenemos miedo. La lista fue muy larga.
MIEDO…
al rechazo, a ser aceptado,
al fracaso, a triunfar
a ser, a no ser
a renunciar
a aceptar
a perder, a ganar
a no ser suficiente
a equivocarse
a decepcionar
a reir, a llorar
a subir, a bajar
a los demás
a nosotros mismos
a seguir, a parar
Tenemos incluso miedo a morir y vivimos con miedo.
El miedo paraliza, se intensifica y no para. Nos roba nuestro derecho a ser. Pensé entonces ¿será que debemos Rechazarlo u Odiarlo?
La respuesta es un rotundo No.
Es mejor aceptarlo, amarlo, apreciarlo, invitarlo a tomar café. Saber el mensaje detrás del miedo, movernos hacia un lugar seguro y seguir adelante. Si vivimos con miedo infundiremos miedo y esto hará relaciones, comunidades y sociedades tóxicas.
Seneca decía:
“Que pasa con los seres humanos. A los que Dios les concedió una razón y la utilizan únicamente para incrementar sus males. Porque entre los seres humanos solo puede imperar el infundir miedo. Porque la intimidación, la extinción y el abuso de poder es el primer recurso que utilizan para pedir cosas. Es que acaso la razón y la palabra, de la que Dios los dotó, no les es útil para platicar y lograr convencer. ¿Porque el recurso del miedo, la culpa y la vergüenza son los más utilizados? ¿Es que acaso creen que no existe otro método? ¿Que pasó con convencer, felicitar, construir? ¿Qué le pasa al mundo? ¿En serio será que las personas creen que la motivación debe ser el miedo?”
El miedo nos hace vivir a la defensiva, queremos protegernos todo el tiempo, tenemos una coraza, cargamos con una armadura que según nosotros no permite que nos hagan daño. Sin embargo, esto enferma y limita, no permite a la persona ser feliz. Si todos tenemos miedo, estamos en modo de ataque, en modo de huída, a la defensiva.
Definitivamente considero que este mundo necesita de líderes y personas que en lugar de infundir miedo, infundan amor, relajación, seguridad, confianza y respeto.
Dunia de Morales, 2015